INGLATERRA: Jordan Pickford; Trent Alexander-Arnold (Danny Welbeck, 79´), Phil Jones, John Stones (Harry Maguire, 46´), Gary Cahill, Danny Rose; Ruben Loftus-Cheek, Eric Dier, Fabian Delph; Marcus Rashford, James Vardy.
BÉLGICA: Thibaut Courtois; Nacer Chadli, Leander Dendoncker, Dedryck Boyata, Thomas Vermaelen (Vincent Kompany, 74´), Thorgan Hazard; Adnan Januzaj (Dries Mertens, 86´), Youri Tielemans, Moussa Dembele, Marouane Fellaini; Michy Batshuayi.
Es bastante difícil analizar con precisión el desempeño de Inglaterra y Bélgica en esta fase de grupos. El sorteo les dio mucho margen de maniobra, sin menospreciar en absoluto a panameños y tunecinos. A partir de octavos de final comenzará la verdadera exigencia de una Copa del Mundo para dos selecciones que, si se lo proponen, pueden ser el caballo negro del campeonato. Llegaron a la siguiente ronda en plenitud física porque no fueron tan exigidos, ni siquiera en el duelo de hoy que se pareció a un partido de rigor de la Premier League, pero falta saber si podrán estar en plenitud competitiva.
Gareth Southgate y Roberto Martínez movieron mucho el once inicial sin cambiar nada del parado táctico, que derivó en el protagonismo de la melena de Fellaini (que ha resuelto una gran cantidad de encuentros en la Premier) desde la mediapunta izquierda. Hubo oportunidad de observar a varios suplentes de cara a los imprevistos que hay que sortear en busca del objetivo en Rusia 2018, aunque la falta de tensión por el pase ya asegurado hace que lo visto esta noche en Kaliningrado no sea un parámetro tan cercano a lo que se vendrá a partir de la ronda de eliminatorias.
Como nota positiva para Martínez está el hecho de que Januzaj se encuentra valiente en el mano a mano y Batshuayi siendo una amenaza constante en el área. Southgate, en cambio, ha de considerar la inocencia de Rashford frente a la portería contraria. Inglaterra perdió y, pese a ello, se situó en la llave teóricamente más sencilla rumbo a la final. Se topará en octavos con Colombia, a la que puede someter a través de la pelota parada y el despliegue físico en los duelos individuales y el contragolpe. Bélgica terminó con marcha perfecta y acabó en una llave muy peligrosa, además de que Japón es capaz de hacer trizas la lentitud de su zaga. La fase de grupos de los dos países apenas fue un calentamiento. Se viene la hora de la verdad.
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