Croacia vs Nigeria

Croacia (4-2-3-1): Subasic; Vrsaljko, Lovren, Vida, Strinic; Modric, Rakitic; Perisic, Kramaric (Brozovic, 61’), Rebic (Kovacic, 79’); Mandzukic (Pjaca 86’).

Nigeria (4-2-3-1): Uzoho; Abdullahi, Ekong, Balogun, Idowu; Ndidi, Etebo; Moses, Obi Mikel (Nwanko, 88’), Iwobi (Musa, 62’); Ighalo (Iheanacho, 72’).

Croacia se convirtió en el líder del Grupo D (Argentina e Islandia) gracias al balón parado. Un gol de rebote en un córner en la primera parte, cuando más igualado estaba el encuentro; y un penalti nacido en otro saque de esquina mediada la segunda parte dieron el triunfo a la selección de Zlatko Dalic. El técnico croata modificó su centro del campo habitual para retrasar a Modric al doble pivote (se cayó Badelj del once) y el puesto en la media punta, hasta ahora del madridista, recayó en Kramaric. El delantero del Hoffenheim, participando entre líneas y activando a Rebic (empezó por la banda izquierda aunque se fue turnando con un desaparecido Perisic), terminó siendo el mejor de los croatas hasta su marcha a la hora de partido.

En frente estuvo una Nigeria más sólido de lo esperado, pero que no supo encajar el golpe del 1-0. El saque de esquina de Modric, peinado por Rebic y rematado hacia fuera por Mandzukic acabó entrando en la portería porque Etebo cubría el segundo palo atento a Kramaric y tocó sin querer el esférico. Sin embargo, el partido de Etebo no merece ser recordado por su gol en la portería amiga, sino más por el trabajo y el buen hacer del nuevo centrocampista del Stoke City. Movió con criterio el balón, superó más de una vez la presión croata y permitió vivir más tiempo en campo contrario a una Nigeria sin mucho colmillo. Además, Etebo oscureció a Modric, pues tenía la orden de saltar a presionarle cuando el 10 se acercaba a la línea de medios, impidiéndole tener espacios.

Es curioso, pero esta Nigeria fue triste en su fase ofensiva. Ighalo apenas tuvo una ocasión, a Iwobi no se le recuerdan acciones de peligro. Solo John Obi Mikel entre líneas y Moses agitaron un poco una sólida defensa croata -Vida fue la pareja de Lovren y permitió tener dos laterales profundos- que se reforzó tras el descanso con el ingreso de Brozovic en el carril central, adelantando a Modric de nuevo a la posición del 10. Para entonces, Ekong ya había agarrado obscenamente a Mandzukic en el lanzamiento de otro córner. Penalti y gol de Modric para celebrar el tanto número 2400 en la historia de los Mundiales. En un partido igualado, en el que ambos superaron los 300 pases completados (53%47), la diferencia estuvo en la pelota parada.