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lunes, 11 de junio de 2018

Análisis de Perú rumbo a Rusia 2018

Derribando los fantasmas

Cuando Gareca asumió como entrenador nacional, se tomó con un toque de optimismo debido a lo que había construido en Vélez Sarfield. Con un juego que priorizaba los pases cortos y los jugadores técnicos, el estratega argentino había dotado de una esencia y una identidad  que le era familiar al aficionado peruano, nostálgico del equipo que en los 70’s y principios de los 80’s acudió a tres de las cuatro Copas del Mundo con un estilo eminentemente asociativo. Así, la conexión entre la cultura del fútbol peruano y su nuevo entrenador fue inmediata. Desde el 4-4-2, Gareca busca crear la mayor cantidad de líneas de pase que permitan progresar junto a su equipo. Pese a tener plenamente definida su estructura, el seleccionador maneja diferentes opciones que le permiten ser flexible.  En la portería Pedro Gallese es indiscutible. Aunque en el día a día ha mostrado problemas en su club, su eliminatoria fue impecable.

Los laterales son ultra profundos, compensando la tendencia interior de los dos mediocampistas de banda. Tanto Advíncula en derecha como Miguel Trauco en izquierda, son expertos en elegir el mejor tiempo para llegar a la línea de fondo. Advincula es más exuberante a nivel físico; la potencia en la arrancada le transforma en un cuchillo cuando toma vuelo. Por su parte, Trauco es un jugador más cerebral que puede también sumarse a las cadenas de pases. Los defensores centrales, Christian Ramos y Anderson Santamaría destacan por su poderío físico en los choques y en el juego aéreo, siendo Santamaría un buen defensor de área. Por su parte, el veterano Alberto Rodríguez puede sumar en situaciones donde su equipo tenga que defender un marcador. En la posición de pivote, el zurdo Yoshimar Yotún parece inamovible. El mediocampista del Orlando City sorprende por su gran capacidad técnica y su buen criterio para pasar el balón. Es el dueño de todos los primeros pases. Una de las piezas angulares del equipo peruano. A su lado, el centrocampista del Feyenord Renato Tapia parece ser el elegido para acompañarlo. Tapia sabe moverse para ofrecerse como un apoyo en las posesiones y aporta capacidad atlética.

Gareca también puede activar la opción de Edison Flores como interior, un futbolista más técnico y más creativo pero que su posición favorita se encuentra más adelante. Partiendo desde una banda, Christian Cueva es uno de los hombres más importantes del conjunto peruano. Su capacidad para organizar, asociarse, acelerar las jugadas y otorgar el último pase, le convierten en el epicentro de todos los ataques. Su naturaleza es moverse a muchas alturas y por varios lugares del eje horizontal de la cancha dejando todo el carril exterior a cualquiera de los laterales. En el otro costado, Gareca puede elegir varias opciones: Edison Flores resultó importante en la recta final gracias a su golpeo de balón, sin embargo, y aunque no abarca la cantidad de metros que Cueva, también sabe moverse por carriles interiores y aportar una figura asociativa más. Por su parte, André Carrillo también puede jugar en la banda. Carrillo ha hecho carrera en Portugal jugando como extremo, por lo que da la posibilidad a Perú de tener un hombre con regate exterior que fije más en la banda. En un rol similar, Andy Polo puede aportar velocidad.

Paolo Guerrero es el emblema de este equipo. El capitán es un gran rematador. Por otro lado, Gurrero tiene técnica y sabe proteger la pelota de espaldas, dos aspectos que se antojan imprescindibles para el fútbol de Cueva. Un titán en el juego áereo, buen conocimiento del juego y destacado receptor de juego directo, Guerrero da sentido a muchas cosas. Raúl Ruidíaz puede replicar con garantías algunas de las virtudes de José Paolo ofreciendo una alternativa para jugar con dos excelentes definidores a la vez. No obstante, Gareca ha probado a Farfán como delantero centro. La Foquita, lejos de su versión de extremo que le encumbró en el PSV de Eindohven y en el Schalke 04 (jugó una semifinal de UCL en 2005 y 2011) fungió como segunda punta en toda la fase calificación. Sus caídas a bandas y su buen juego asociativo le permitían ser un elemento importante en la construcción de paredes. Como referencia de ataque, se le puede pedir más trabajo sobre los centrales, donde no es especialista. Si Farfán es el nueve, Carrillo está haciendo funciones de segundo punta. Su regate, su capacidad de giro y su amenaza al espacio le convierten en un buen complemento para el centro atacante.

Perú demostró en la eliminatoria capacidad de imponer su discurso ante cualquier rival del continente. Esto resulta la principal fortaleza de cara a su participación en la justa mundialista: si el rival duda, Perú va a agarrar fuertemente el control del partido. Como ya demostró en los últimos amistosos que encaró la Blanquiroja, su fútbol destila seguridad y frescura. El mundial les va a llegar en su plenitud como bloque. Ya no es solo que su ataque posicional ofrece recursos suficientes para crearles problemas a muchos equipos, sino que, cuando activa el chip para controlar el balón, es su mejor carta para defender. Sus recursos también se suelen imponer al momento de sacar el balón raseado, mezclando receptores a diferentes alturas, mostrando un convencimiento pleno en su idea de juego. La calidad de sus posesiones también le permite defender arriba, lo cual sin duda es el principal secreto para que no se muestren como una debilidad tantos jugadores ofensivos conviviendo en el mismo once. No obstante, a nivel individual, ningún jugador posee calidad defensiva para marcar la diferencia. Pese a que se organiza de manera eficaz, sus jugadores pueden perder sus duelos individuales, algo que se muestra como el principal déficit de cara a su duelo ante la constelación de estrellas de Francia. Además de ello, si Dinamarca o Australia proponen un juego directo basado en las disputas físicas, Perú puede sentirse incómodo. Así mismo puede sufrir con la envergadura en la pelota parada de daneses y australianos.

Preguntas generales
Objetivo: Octavos de Final
A favor: Pleno dominio de su idea de juego
En contra: Calidad individual
Qué les falta: Central top
Profundidad de banquillo: Sí, en ataque
Mejor Jugador: Paolo Guerrero

El delantero del Flamengo llegará a a la cita rusa con hambre después de que una sanción por doping casi le hace perderse el certamen de su vida. La influencia a nivel emocional del capitán peruano es total. Su sola presencia le permite a Perú creer capaz de vencer a cualquiera. A nivel cancha, su aportación no solo se reduce al tema de los goles, sino que redondea de manera espectacular el gran trabajo de todos sus compañeros. Su calidad le permiten, en partidos muy particulares, rendir como una auténtica estrella. En el área es un cazador descomunal porque su abanico de recursos al primer toque incluye buen manejo de ambas piernas y un instinto asesino para ganar por los aires. Por otro lado, su correcto repertorio técnico le permite ser un apoyo para las conducciones de Cueva. Además, el efecto imán que genera sobre los rivales, otorga espacios que Farfán y Carrillo pueden explotar rompiendo a portería.

Su envergadura le ayuda a competir contra cualquier central; no rehuye a ninguna disputa física. Sabe proteger el balón y, aunque se trata de jugador de área, puede aparecer en alguno de los costados para tender una mano a su equipo.  Su peso en las transiciones ofensivas también se presume importante. Guerrero es inteligente para ofrecerse entre líneas, descargar con sentido al compañero mejor colocado y luego cargar el área con agresividad. Su convocatoria eleva el techo de un equipo que puede encontrar en el cobijo de su artillero la motivación necesaria para causar más de una sorpresa.

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