Sin Ibra el desafío es mayor
Suecia es un equipo rústico. Andersson emplea siempre un 4-4-2 en el que los interiores (Forsberg y Durmaz/Claesson) acaban uniéndose en la mediapunta con Ola Toivonen, segundo delantero por detrás de un Marcus Berg, que anotó 8 tantos en la clasificación. Los laterales aportan profundidad lateral: Augustinsson en izquierda; Lustig o Krafth en el derecho. Su forma de atacar, sin embargo, es bastante simple y se basa en el balón largo (buscando a Toivonen) evitando elaborar. Sus dos mediocentros actúan más como soport, pues. La dura lesión del héroe de la repesca, Johansson, abre las puertas al veterano Sebastian Larsson para hacer pareja con Ekdal, aunque es aquí donde han probado más jugadores (Svensson, Fransson -no va- o Hiljemark). De centrales, Lindelöf y Granqvist. Aunque el del United tiene más cartel, el líder de una pareja lenta en transición es Granqvist. En fase defensiva son difíciles de superar, a pesar de la fragilidad de su portero titular Robin Olsen. Sus rivales tendrán que tener paciencia. Paciencia y oscurecer a Forsberg.
Preguntas generales
Objetivo: avanzar a octavos
A favor: Forsberg y cierta solidez táctica
Qué les falta: Mucho talento
Profundidad de banquillo: No
Mejor jugador: Forsberg
El centrocampista del RB Leipzig es el mayor talento sueco gracias a su depurada técnica y su último pase. Importante a la hora de elaborar el juego y las transiciones, el diestro también es un peligro a balón parado. Su 2018 ha estado lleno de contratiempos físicos, pero aún así debería ser el mejor socio de los Toivonen, Berg, Claesson, Guidetti y compañía. Si Suecia es capaz de trenzar jugadas por abajo es sobre todo gracias al nacido en Sundsvall hace 26 años. Otros jugadores importantes son Granqvist, Durmaz y Claesson (aunque de estos dos jugará solo uno) y la pareja de delantero.
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