Ahora o nunca
Roberto Martínez, amante del buen fútbol, ha instaurado desde su llegada en 2016 a Bélgica un estilo de juego muy marcado con un sistema inamovible: el 3-4-2-1. Este estilo de juego beneficia sobre todo a su zona más potente, la del centro del campo, en la que lucen estrellas de talla mundial como De Bruyne o Hazard y cuya calidad provocó que un elemento tan potente como Radja Nainggolan no haya sido convocado, aunque sabemos que puede existir otra razón “extra deportiva” de fondo. Este esquema, con la presencia casi segura de Carrasco, pese a su bajo nivel en China, y del sorpresivo Meunier como falsos extremos, garantiza un caudal ofensivo casi imparable para sus rivales y un muro defensivo difícil de romper cuando el balón está en posesión del rival gracias a los tres titanes del fondo: Vertonghen, Alderweireld y Kompany. La cantidad de variantes que ofrece todo el talento que posee Bélgica en el centro del campo hace que el equipo domine varios estilos, que sea capaz de causar daño en posicional, en transición, que juegue a ritmo bajo o alto, según las exigencias que plantee el rival. Panamá, Túnez e Inglaterra tendrán muchas dificultades para competirle la posesión a Los Diablos Rojos.
Preguntas generales
Objetivo: Alcanzar las Semifinales
A favor: La mejor generación de su historia
En contra: Inexperiencia
Qué les falta: Volante o mediocentro experimentado
Profundidad de banquillo: Sí
Mejor Jugador: Kevin de Bruyne
Con 26 años, el talentoso volante vive el mejor momento de su carrera. Dejó atrás momentos difíciles con la camiseta del Chelsea y actualmente domina la Premier a su antojo y así lo confirman sus 12 goles y 21 asistencias en esta temporada con el Manchester City. El cara de niño apunta a ser la estrella de Bélgica en esta Copa del Mundo, y su labor será la de flotar por detrás del delantero y abastecer de balón a sus compañeros en el último cuarto de cancha, además de organizar el juego y llevar el ritmo del partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario