COREA DEL SUR: Cho Hyun-Woo; Lee Yong, Yun Young-Sun, Kim Young-Gwon y Hong Chul; Jung Woo-Young y Jang Hyun-Soo; Lee Jae-Sung, Koo Ja-Cheol (Hwang Hee-Chan, 56’; Go Yo-Han, 79’) y Moon Seon-Min (Ju Se-Jong, 69’); Son Heung-Min.
ALEMANIA: Manuel Neuer; Joshua Kimmich, Niklas Süle, Mats Hummels y Jonas Hector (Julian Brandt, 78’); Sami Khedira (Mario Gómez, 58’) y Toni Kroos; Leon Goretzka (Thomas Müller, 63’), Mesut Özil y Marco Reus; Timo Werner.
Alemania no tendrá la oportunidad de defender el título mundial conquistado en Brasil hace cuatro años. Es más, los alemanes, claramente el proyecto más sólido del fútbol de selecciones en este siglo, no estarán en las semifinales de un gran torneo por primera vez desde 2004 y han sido eliminados en la primera fase de una Copa del Mundo, cosa que no pasaba desde 1938. Así de impactante ha sido lo que sucedió en Kazan esta tarde. Pero no fue una eliminación que los comandados por Joachim Löw no merecieron. Alemania tuvo 90 minutos contra el rival más flojo de su grupo con la simple misión de ganar por un gol. Aunque las ocasiones acabaron apareciendo en el segundo tiempo, casi siempre a través de centros laterales y empuje, la verdad es que la Mannschaft no jugó para lograr el resultado que necesitaba considerando la debacle de México contra Suecia en el otro partido del grupo.
En este sentido, toda la primera mitad estuvo marcada por el miedo de los alemanes. Monopolizando la posesión del balón, el conjunto europeo demostró que estaba completamente bloqueado mentalmente después de lo que le ha pasado en las dos primeras jornadas. La facilidad con que tanto México como Suecia sumaron transiciones ofensivas en clara ventaja táctica hizo daño en la mente de todos los alemanes. Es por eso que, por ejemplo, en esta ocasión Löw ordenó que el interior Sami Khedira jugase todo el tiempo en la misma altura del mediocentro Toni Kroos y que sus jugadores tuvieran calma con el esférico en los pies. El tema es que, por puro miedo a perder el balón y sufrir un contraataque, la propia Alemania se atascó a la hora de atacar. No hubo ritmo, continuidad o fluidez en ningún tramo. Dentro de todo esto, Corea del Sur volvió a demostrar orden defensivo y poco más.
“Ofensivamente, los únicos jugadores de Alemania que respondieron en esta ocasión fueron Joshua Kimmich y Toni Kroos; incluso las mejores ocasiones de los alemanes salieron de los pies de su brutal lateral derecho”
El caso es que, con Son Heung-Min nuevamente en punta, ni siquiera la poca ayuda de las demás piezas ofensivas de Shin Tae-Yong o el intento de alcanzar un mayor control por parte de Alemania alejó la posibilidad de marcar a los surcoreanos. Al final, para los Taegeuk Warriors el plan fue muy concreto: aguantar defensivamente apoyado en grandes versiones del portero Cho Hyun-Woo y del central Kim Young-Gwon además de la presencia de jugadores físicos en mediocampo como Jung Woo-Young con la certeza de que la desesperación del rival haría lo demás. Y fue así que pasó. En el segundo tiempo Alemania tuvo que exponerse y lo anormal fue que el 1-0 cayera tan tarde (los centrales Niklas Süle y Mats Hummels estuvieron imperiales apagando fuegos). Pero ya en el descuento Kim encontró el 1-0 en un tiro de esquina y Son terminó de matar a la vigente campeona.
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