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miércoles, 11 de mayo de 2011

La imagen de los panza verdes del León

Una pena y vergüenza lo que pasó en el Nou Camp del León. Un nuevo capítulo negro, de esos que se dan a cada rato en el futbol mexicano. La eliminación del León sacó la frustración de la afición esmeralda, un nuevo tropiezo para un equipo histórico de nuestro balompié, que ha navegado en los últimos años entre la oscuridad deportiva y la de sus dirigentes.
La rabia invadió a la afición leonesa que nuevamente sufrió un nuevo descalabro deportivo de su equipo. Y lo hizo de la peor forma posible. Con golpes, invadiendo el campo y lanzando cualquier objeto que se encontraba a su paso. Pero los actos negativos no son únicamente de un bando, entra también la ineptitud de terceros. ¿Quién autoriza que se ingresen botellas de vidrio a la grada si siempre ha estado prohibido? El peligro es para todos: futbolistas, entrenadores, aficionados comunes y corrientes, policía, etc.
Y el otro punto va en contra de la decisión arbitral. Por mucho que se esté jugando, si no existen garantías para salvaguardar la seguridad de la gente, el partido NO SE DEBE reanudar, punto. La Federación se encargará de organizar el cómo, cuándo y dónde para que se jueguen los minutos restantes.
Son éste tipo de decisiones las que nos ponen siempre en contradicciones, en el ojo del huracán y muestran lo retrasados que aún estamos en la toma de decisiones enérgicas y correctas. Antes que el futbol está la seguridad.
Sobre los seguidores del León, no es la primera vez que suceden éste tipo de incidentes. Mucho se dice de la afición de los Esmeraldas y del equipo, que si son históricos y grandes en nuestro balompié. La importancia del club nadie la pone en duda, sobre la afición tampoco es justo generalizar que por unos desadaptados se catalogue a toda una fanaticada, sin embargo, es en estas instancias es cuando más se pone en el ojo de la vista pública a los seguidores de un equipo que no goza de la exposición de un cuadro de Primera División. Tristemente la imagen que terminan dando es pésima.
Queda como un llamado, un nuevo y fuerte llamado el acontecimiento que se dio en el Nou Camp de León. Que se capacite mejor a la gente y que exista una mejor estrategia por si se dan éstos hechos. De lo contrario seguirán sucediendo y se seguirán intentando tapar con el cada vez más sospechoso saldo negro disfrazado de saldo blanco al termino de los partidos.
En la cancha, una triste realidad que no es más que el pésimo trabajo que se ha tenido en los últimos años y que ojalá por el bien del equipo, se modifique con la llegada de la nueva administración leonesa. Es extraño e increíble ver cómo por más que intentas modificar plantillas con buenos jugadores, entrenadores capacitados o que amen al equipo, los resultados no se dan. León a veces recuerda a equipos como Cruz Azul, cuadros grandes pero que por malas decisiones o simplemente falta de suerte naufragan entre el fracaso y la derrota.  Como en la Primera División, en la Liga de Ascenso también está el mal del súper líder.

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