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martes, 17 de mayo de 2011

A medias en la FMF

Las decisiones en la Federación Mexicana de Futbol tienden a ser bipolares hasta la médula. Se castiga a medias, bien en algunos casos y con ambigüedades en otros.
Ayer en Twitter, Tomás Boy con su normal exageración y su tono irónico, que a muchos gusta y que otros no soportamos, señaló ciertamente, las contradicciones que hay en el futbol mexicano a la hora de dictar justicia.
Recordar el caso de Rubens Sambueza y compararlo con los sancionados de la bronca del Morelos es un buen ejemplo. Mientras en otras partes del mundo, un cabezazo a un árbitro es signo inequívoco de una suspensión que va de un año a quedar fuera de las canchas para siempre, aquí se les dan castigos de únicamente cinco juegos, con lo más ridículo del caso, que es tener la posibilidad de reducir la sanción con partidos amistosos.
Aunque sea igual de grave, jerárquicamente es más serio tirar un cabezazo a un árbitro que a un auxiliar técnico o preparador físico. Las medidas sin duda no fueron iguales en el caso de Christian Giménez, Jesús Corona y Sergio Marti.
El castigo es ejemplar para los cementeros, para algunos incluso puede llegar a ser corto, pero a decir de los antecedentes no existe un parámetro que juzgue de igual forma.
Sobre el tema del pseudoaficionado y el veto al Morelos. Hay quien dice que por ser un ‘seguidor’ de Cruz Azul, el estadio de Monarcas no debe sufrir ninguna clase de castigo. La realidad es que poco importa el color de camiseta que llevara puesto quien ingresó al campo. La falta de seguridad existe, y es responsabilidad del club que ejerce la localía brindar completa protección a los dos equipos. ¿Dónde estaban los policías que permitieron que ese individuo entrara al campo?
Hoy Monarcas debería tener cerrado el estadio para el partido ante Pumas. Si se va a castigar enérgicamente, hay que hacerlo por completo y no nada más a pedazos.
En el caso de la no inclusión de Corona con el Tri, José Manuel de la Torre y Héctor González Iñárritu hacen válida su palabra de privilegiar la disciplina y la armonía por encima de todo. Con esto, se marca un antecedente firme para quien porte la camiseta de la selección en un futuro. Llegar a la selección es un orgullo y una responsabilidad, un premio que se gana con el trabajo diario, dentro y fuera del campo de juego.
Es una verdadera pena por el arquero de Cruz Azul que ve cómo pasan los años, sus mejores años, y se sigue quedando fuera de la selección por cuestiones extra cancha. Corona es el mejor portero de México desde hace rato, era inevitable su titularidad en Copa de Oro e incluso, de mantener el nivel, en el próximo Mundial.
Por lo pronto, la etiqueta de conflictivo no se le va a quitar y estará expuesto a que en un futuro cualquier seña de indisciplina se magnifique, aunque no sea de gran importancia.
Finalmente no me quiero ir sin hablar de las palabras de Tomás Boy defendiendo a Sergio Marti. Frases que lejos de tomarse con seriedad, lo único que generan son ternura y risa. ¿Que su preparador físico sólo entró a separar? Juzgue usted con video en mano si el golpe a Waldo Ponce fue para ‘calmar’ la bronca.

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