Caminando a una nueva ilusión
Una de las cosas que ha caracterizado al proceso de Juan Carlos Osorio al frente de la selección mexicana es la adaptación de su sistema y de la característica de los jugadores elegidos de acuerdo a las fortalezas y debilidades de sus rivales. El ramillete de opciones que maneja el colombiano es extenso aunque podemos decir que la mayoría de las veces vemos el 4-3-3 o el 3-4-3. En la portería, Guillermo Ochoa parece el elegido para defender el arco mexicano por segunda vez en una Copa del Mundo. El guardameta del Standard Lieja posee virtudes extraordinarias para atajar en la línea de gol, aunque su falta de dominio en el juego aéreo podría otorgarle minutos a Alfredo Talavera, un especialista en estas artes.
A México le gusta trabajar mucho su salida de balón. Ya sea progresando con pases rasos o con desplazamientos cruzados a los extremos, el Tri intenta crear ventajas con su posicionamiento desde el mismo inicio de las jugadas. La lesión de Néstor Araujo será una ausencia que trastocará los planes de Osorio. Sin el hombre de Santos Laguna, México pierde un elemento que puede conducir y filtrar balones de manera fiable, amén de que echará en falta su capacidad para corregir acciones en campo abierto. Esta baja dará más peso si cabe a un Héctor Moreno de campaña irregular en San Sebastián. El zurdo sinaloense, por cualidades técnicas y por jerarquía, es el defensor que tendrá que hacerse cargo del peso en los primeros pases. Por otro lado, Moreno también es el defensor más seguro en el área azteca, por lo que su presencia resulta indispensable. A su lado, Hugo Ayala y Diego Reyes parecen ser los que conformarán la línea defensiva mexicana. Ambos tienen interiorizados conceptos para conducir y atraer rivales, aunque su mayor fortaleza se localiza en la defensa de su área, especialmente Reyes. En el estilo presionarte y de líneas altas de México, pueden sufrir a poco que su equipo los desproteja. Aunque Carlos Salcedo también puede actuar en el eje de la zaga (su especialidad también se encuentra en la defensa cerca de su arquero), Osorio ve al defensor del Eintracht como falso lateral en línea de 4. Su envergadura en el juego aéreo es algo que le gusta a su entrenador.
Pese a que Miguel Layún puede actuar en ambos perfiles, Osorio lo ha usado preferentemente en la izquierda. El lateral del Sevilla conserva movimientos raros tanto para ir hacia dentro como para fijar en banda. Bajo el manto del estratega cafetero, puede cumplir con creces un rol de ser una figura importante tanto en la construcción de los ataques sobre ese sector como aportando una cuota de profundidad para compensar movimientos interiores del extremo que actúe en ese costado. Gallardo es un perfil de futbolista más exterior, cuya velocidad y golpeo puede ser un recurso a tomar en cuenta en contextos donde México tenga que asediar. Así mismo, el zurdo ahora de Monterrey aporta juego aéreo a nivel defensivo para cerrar el segundo palo.
En la mitad de la cancha surge la gran interrogante del futuro de la Selección mexicana de cara a Rusia. El estado de forma con el cuál llegará Andrés Guardado al campeonato no es el idóneo, lo cual es un contratiempo fundamental al tratarse seguramente del jugador más dotado en el juego posicional de toda la plantilla azteca. Ya sea como interior izquierdo o como pivote, la precisión de su zurda, su conocimiento del juego, su agilidad y sus capacidades como director, le hacen ser uno de los pilares. Héctor Herrera es el otro hombre fuerte del mediocampo mexicano. El futbolista del Porto destaca por su técnica en el golpeo, su valentía para pasar, su capacidad para proteger el esférico y para intimidar con su disparo. Ya sea como mediocentro cuando México necesite crear o como interior derecho intercalando alturas, Herrera es otro de los hombres importantes de este equipo. Si decide jugar con un tercer centrocampista, Osorio tiene varias alternativas: Edson Álvarez representa un perfil más posicional y físico que puede proteger a Herrera y a Guardado. Jonathan Dos Santos creció con la cultura táctica del juego de posición, por lo que puede ser el complemento más técnico y más pensante a los dos titulares y el principal recambio por si falta uno de ellos, amén de tratarse de un jugador que puede realizar trabajos defensivos específicos cerrando en la mitad de la cancha. Gio dos Santos y Carlos Vela también han sido probados como interiores buscando que su regate y capacidad asociativa agregue un plus al ataque posicional azteca, especialmente porque ambos saben acercarse y construir escorados en la banda, algo esencial en el libreto de Osorio. Pero para cubrir ese escenario, Marco Fabián parece el mejor preparado. Aunque puede jugar también en la mediapunta, Fabián representa una amenaza constante de cara al gol, lo que puede valerle para ser titular partiendo más atrás. Finalmente se encuentra la posibilidad de que Rafa Márquez deje sus últimos minutos como futbolista profesional. Su increíble lectura de lo que pasa a su alrededor y su gran técnica pueden ser argumentos suficientes para que el Kaiser azteca ejerza de mediocampista central a pesar de su evidente deterioro físico.
En la última zona, México también maneja recursos variados. En las bandas, los regateadores Aquino y Corona, ofrecen amenaza en el uno a uno. Hirving Lozano llega como la gran esperanza individual de esta selección debido a que mezcla agilidad para sortear rivales, instinto para desmarcarse al espacio y olfato goleador. Vela por su lado, aunque distante de su mejor versión, resulta la mayor carta para generar ocasiones que tiene a disposición Juan Carlos Osorio. En banda también pueden jugar Chicharito o Raúl Jiménez. El primero debido a su agresividad para atacar el área y el segundo porque ofrece un apoyo para asentar posesiones en campo rival. Mismo debate representa la posición de nueve en donde el delantero del Benfica luce por su sensibilidad para ofrecerse entre líneas, descargar de espaldas, proteger el balón y activar zonas a su espalda. Por su parte, Hernández es un goleador de profesión y un rematador excelso.
Veremos si la valentía del cuadro tricolor es suficiente para ejecutar con éxito un plan que requiere demasiada confianza en las decisiones de sus jugadores.
Preguntas generales
Objetivo: Cuartos de final
A favor: Modelo de juego flexible
En contra: Presión desmedida del entorno
Qué les falta: Un mediocentro top
Profundidad de banquillo: En mediocampo y ataque, sí
Mejor jugador: Hirving Lozano
Es un secreto a voces que la Liga Mx le quedaba chica al jugador del Pachuca. Su fichaje por el PSV no solo resultó la confirmación del talento del Chucky, si no que le destapó como un extremo con capacidad para hacer goles. Si en los Tuzos Lozano basaba su juego en lo que podía realizar a partir de su agilidad y de su regate, aprovechando el paraíso que es para los delanteros la Eredivise, Lozano enfocó su velocidad para desmarcarse hacía la portería. Sus cifras en Holanda se dispararon ya sea partiendo desde la banda siniestra o como segundo delantero. Esto ha sido una bendición para Juan Carlos Osorio que encuentra en esta nueva versión agresiva de Hirving la posibilidad de utilizarlo en el costado débil a la construcción de los ataques aztecas. Así, con la capacidad que tienen Guardado, Herrera, Fabián y Vela para el cambio de orientación, tener esa amenaza constante a espaldas de los laterales no solo significa la vía más prometedora de cara al gol que posee México, sino que también puede de dotar de espacio para que los jugadores antes mencionados puedan recibir con ventaja en el pico del área con el peligro que supone su golpeo de balón.
Así mismo, Lozano representa la mejor herramienta que tiene a disposición el cuerpo técnico de la selección mexicana para construir sus contragolpes. La endiablada aceleración y ligereza de Lozano pueden ser el oxígeno que necesite este equipo si es sometido, como puede ocurrir ante la Alemania de Toni Kroos. Además, tener pegado a la banda a Lozano puede simplificar la forma de avanzar del equipo nacional de México. Una vez más, sus características para ir al espacio pueden ser suficientes para encontrar la manera de recibir el balón. Su impresiónate giro al controlar es algo que puede desequilibrar los sistemas defensivos de sus adversarios porque, si bien es verdad que ha crecido sin balón, no es menos cierto que ante adversarios no top, su conducción y sus cambios de ritmo aún pueden ser el factor que decante algún partido.
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