COLOMBIA: Ospina; Arias, Davinson Sánchez, Oscar Murillo, Mojica; Sánchez, Lerma; Cuadrado (Barrios 31′), Quintero (James Rodríguez 59′), Izquierdo (Bacca 70′); Falcao
JAPÓN: Kawashima; Sakai, Shōji, Yoshida, Nagatomo; Shibasaki (Yamaguchi 80′), Hasebe; Haraguchi, Kagawa (Honda 70′), Inui; Osako (Okazaki 85′)
Cuatro años después de la derrota (4-1) sufrida contra Colombia en el Mundial de Brasil, Japón tuvo su revancha. En un partido condicionado por la suplencia de James Rodríguez por fatiga muscular y la expulsión que derivó en el penalti del 1-0 de Kagawa a los cinco minutos tras una clamorosa falla del zaguero Davinson Sánchez, el equipo nipón dio un golpe de autoridad ganando el primer partido del grupo más parejo de Rusia 2018. Y, más allá de que el conjunto asiático jugó prácticamente todo el partido con superioridad numérica por la roja al centrocampista Carlos Sánchez, Japón demostró que, a pesar de todas las dudas que existían en los días previos por la falta de identidad táctica, es un equipo con jugadores afianzados en las principales ligas del planeta y que pueden responder positivamente en esta clase de escenarios.
El primer tiempo tuvo un guion esperado tras la temprana expulsión. Con la ventaja en el marcador y un hombre más que Colombia, los nipones dormían el esférico y controlaban el ritmo de partido pero fue entonces que José Néstor Pérkerman, técnico de Colombia, modificó. Para sorpresa de muchos, sacó a Juan Guillermo Cuadrado y metió a Wílmar Barrios para liberar a Juan Fernando Quintero, que tras la expulsión había retrasado su posición para apoyar a Lerma en mitad de cancha. La variante táctica tuvo su recompensa y Colombia ganó metros. Muestra de esta situación es que en el cierre de la primera parte Juan Fernando Quintero cobró un tiro libre por debajo de la barrera que terminó dentro del arco defendido por el experimentado Kawashima.
Fue en la segunda parte cuando apareció el carácter del equipo japonés. Carácter y calidad, mejor dicho. Tras terminar el primer tiempo dando señales de poco control pese a tener un jugador más, Japón dejó en el segundo tiempo una actuación muy convincente. Circulaban bien la pelota, el centrocampista Shibasaki se adueñó del medio campo y Osako e Inui, muy activo por la izquierda, tuvieron un par de ocasiones claras. La respuesta de Pékerman fue darle ingreso a James, quien pidió la pelota y asumió protagonismo pero los asiáticos estaban muy bien parados en defensa, fluían con balón por su buen escalonamiento entre líneas y generaban ocasiones. Fue en un córner que Osako, fundamental en la jugada del penalti, terminaría marcando el 2-1 definitivo con ayuda de un flojo marcaje del conjunto cafetalero. Con este resultado, Japón tiene licencia para soñar, y Colombia tendrá que hacer partidos perfectos contra Polonia y Senegal después de que hoy los errores lo condenaran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario