ARABIA SAUDITA: Al Mosailem; Al Burayk, Osama Hawsawi, Motaz Hawsawi, Al Shahrani; Otayf, Al Moshawi, Al Faraj; Bahbir (Asiri, 65’), Al Muwallad (Al Shehri, 80’), Al Dawsari.
EGIPTO: El Hadary; Fathi, Gabr, Hegazy, Abdel-Shafy; Elneny, Hamed; Said (Warda, 45+7’), Salah, Trezeguet (Kahraba, 81’); Mohsen (Sobhi, 65’)
En la Historia de los Mundiales este partido será recordado por uno de los porteros. El arquero egipcio Essam El Hadary se convirtió a sus 45 años y 161 días en el futbolista más longevo en disputar una Copa del Mundo. Además, logró parar un lanzamiento de penalti al punta saudí Al Muwallad y tuvo una gran actuación, salvando en más de una ocasión al conjunto de Héctor Cúper. Superó por más de dos años al colombiano Faryd Mondragón, pero no pudo ayudar a sus compatriotas a ganar el primer punto en el Mundial. En la última jugada, el premio llegó para los sauditas de Pizzi. El único equipo que buscó constantemente acabar con tres puntos. Egipto, con Salah desenchufado pero siendo determinante desde la mediapunta (Said cambió pronto a la banda derecha), volvió a decepcionar.
Tan cerca y tan lejos. A Arabia Saudita y a Egipto solo les separa Jordania y el mar Rojo. Sin embargo, pertenecen a confederaciones y continentes diferentes. Así pues, egipcios y árabes, con parte de la cultura similar, vivían un derbi en el intrascendente cierre de su participación en la Copa del Mundo. Arabia Saudí volvió a ser un equipo pensado para trenzar jugadas y asociarse con un centro del campo relacionado al pase corto con Otayf de pivote (más del 95% de acierto en el pase), el zurdo Al Faraj (el mejor) y Al Moshawi (novedad) haciendo de interiores. Siempre con la ayuda del “marceliano” diestro Al Shahrani y con el extremo Al Dawsari que bajaba a línea de medios para ayudar en la salida.
Antes de la media hora, el error saudí ya había llegado en forma de pérdida de Al Dawsari. Entre Said y la técnica de Salah, el marcador se puso a favor de quien menos lo había intentado. A los Halcones Verdes se les puede vencer por calidad, pero no a resiliencia. No bajaron los brazos y siguieron queriendo plasmar su juego con mejores ideas que acierto técnico. Justo antes del descanso llegó el momento de gloria de El Hadary deteniendo ese penalti (aunque tendría más trabajo que Al Mosailem en la otra portería; aunque el segundo, no lo pudo parar. Tras una segunda parte con cambios de posición en ambos equipos (Warda jugó en la banda derecha y luego de segundo punta junto a Salah, Trezeguet cambió de banda cuando entró Sobhi; mientras que Pizzi dio entrada a un nueve como Asiri llevando a la banda a Al Muwallad), Arabia obtuvo el premio finalizando la jugada que siempre buscaron firmar.
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