-A marchas forzadas, así puede calificarse el ritmo de trabajo con que se manejan empleados y voluntarios en el Soccer City. Hoy fueron instaladas las bancas de los equipos, se trabaja en los palcos de transmisión y en las suites.
-Da orgullo decirlo: México se encargó de hacer sentir el primer ambiente mundialista en una atmósfera que había permanecido desangelada. Aunque en el fondo me pregunto si no será eso lo que lleva a la Federación a siempre darle atole con el dedo a los aficionados.
-No por conocido es menos molesto. Justino Compeán, en el acto de develación de la réplica del Ángel de la Independencia, decidió no hablar con los medios de comunicación. Esta postura se modificó en cuanto vio a Yordi Rosado. Después, ya sin poder oponer resistencia, habló con los demás, pero a quien atendió primero fue a una estrella más de Chapultepec. Está cañón…
-Me voy a ver demasiado puritano y amargado, pero me queda claro que al menos al 50% de los aficionados les importa un comino el futbol. Hasta en la porra lo dicen, “venimos a emborracharnos y a ver a México Campeón”. Lo primero lo harán; lo segundo, lo dudo.
-Confieso que me ha gustado el estilo de la prensa sudafricana. Al menos en los periódicos, ignoran la nota simple para adentrarse en temas tan profundos como las exigencias de la FIFA al gobierno sudafricano, las poblaciones que se quedarán sin ver el Mundial por la pobreza extrema y más.
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