Pages

viernes, 23 de julio de 2010

Proyecto de ocasión

Salió peor la cura que la enfermedad. La urgencia del Secretario General de la FMF por desmentir conversaciones con diversos candidatos a transformarse en seleccionadores nacionales se transformó en una cínica muestra de la corta visión con que se maneja nuestro balompié. Creyendo hacer lo correcto, Decio de María apareció frente a los micrófonos para “presumir” que carecía de fundamento entrevistar estrategas sin antes tener definido el perfil que se pretende a lo largo de este ciclo mundialista. De acuerdo a los propias palabras del escudero de Justino, el proyecto hacia el 2018 presentado por Néstor no existe, por lo que apenas estarán sentándose a improvisar un plan de trabajo hacia Brasil 2014.
Justo ayer, platicando con un directivo del área de recursos humanos, me comentaba el riesgo que implica el éxito para una empresa. A la FEMEXFUT le está pasando eso. No digo que se trate de una organización ejemplar ni nada por el estilo, pero Decio y Justino, en ese limitado panorama de preponderar el negocio sobre el deporte, piensan que los millones de dólares cosechadas son un elemento inequívoco de lo bien que realizan su labor al frente del órgano rector del futbol mexicano. No hay peor ciego que el que no quiere ver, y estos dos personajes se niegan a aceptar que en lo deportivo han sido un fracaso, desconocen sus errores en vez de aceptarlos para mejorar y repiten patrones que parecen condenar a nuestro balompié a la inteligencia cuando de poner ceros en los contratos se trata y a la mediocridad sobre el terreno de juego.
Las prioridades de la Federación Mexicana están muy claras. Primero se amarran partidos al mayoreo para seguir aprovechándose de la nobleza de la afición y después, cuando se les ocurre que da tiempo, piensan en quién va a dirigir a la Selección en esos partidos, que no necesariamente será el que tome las riendas definitivas de la oncena tricolor. La naturaleza de la industria les permite vender a granel sin tener listo el producto. Mucho hablamos de las ausencias de la Furia Roja, pero ni qué decir de lo que ocurrirá en el cuadro verde, donde los futbolistas no sabrán ni siquiera a qué jugar, pues cuando mucho dialogará unas cuantas horas con el técnico en turno.
¿Y cuál es la urgencia?, se preguntan Decio y Justino. En primer lugar, existen periodos en los que es más sencillo contratar a un técnico. La finalización de la Copa del Mundo implica que muchos estrategas quedan libres, que los equipos europeos apenas se están preparando para iniciar sus respectivas ligas y, por tanto, que si piensas en candidatos que participan en otros torneos, tendrás más espacio de acción. En segunda, buscarle sustituto a un técnico que te dejó en claro que no desea continuar es una cuestión lógica y no una falta de respeto -como si de verdad les hubiera importado esto en otras ocasiones-. Decio y Justino son tan mexicanos que dejan todo para mañana, a excepción del negocio, ese sí no puede esperar, ni aunque sea en detrimento de lo deportivo.
El proyecto de Néstor de la Torre, según Decio, sirve para muy poco. Según De María, deben sentarse a planear cuál es el perfil de técnico que se busca, cuando se supone que el estructurado por De la Torre tendría que incluir un apartado fundamental respecto a lo que se desea en términos futbolísticos, en fondo y forma. Lo que se desprende es que el Director de Selecciones Nacionales omitió una de las partes más importantes en la planeación estratégica y que Decio y Justino siguen tan felices como siempre al ver que los ingresos se incrementan. Lo demás no les importa. Con dos o tres horas, tendrán el perfil del nuevo técnico, ese que después del 2014, seguramente será uno completamente distinto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario