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jueves, 5 de julio de 2018

El precio de Brasil vs Bélgica

Un partido entre pesos pesados que le llegó justo a tiempo a la generación comandada por Neymar y Philippe Coutinho y muy temprano a la generación dorada belga. El tiempo ha ido aclarando el panorama de Brasil pero el de Bélgica todavía es oscuro por más que sus talentos hayan sumado experiencia. En todas las fases del juego Brasil es un equipo y Bélgica una suma de destellos individuales.

Japón ya demostró que es insostenible el sistema belga

Desde la llegada del entrenador español Roberto Martínez en 2016, Bélgica ha evolucionado en lo que estaba siendo su gran problema: atacar defensas cerradas. El 3-4-2-1 que se asentó como sistema habitual de los belgas está ofreciendo soluciones a partir de la libertad al extremo Eden Hazard y de lo que aportan los carrileros Thomas Meunier y Yannick Ferreira-Carrasco ofensivamente. El tema es que, antes de llegar a su primer gran desafío con esta formación contra Brasil, los octavos de final del Mundial de Rusia demostraron que el sistema de Roberto es insostenible a nivel defensivo. En transición los belgas directamente no defienden los costados. Ya en posicional, los últimos jugadores que lo hacen son sus carrileros. Japón, una buena selección técnicamente, casi les mandó a casa por esto. Ahora llega el turno de los brasileños. Martínez tendrá que realizar ajustes si quiere competir.

La formación (3-4-2-1) de Bélgica concede demasiado espacio a los costados de su doble pivote pues ni los centrales ni los carrileros logran llegar. Regalar esos espacios contra Neymar, Coutinho y Willian es suicida. Su ataque posicional encasilla a Kevin de Bruyne muy debajo de la altura del campo donde mejor se desempeña y lo aleja de Eden Hazard. Solo Bélgica aspira a ganar si es más certero en el intercambio de golpes entre transiciones y Romelu Lukaku, y quizá Fellaini, se imponen en el área rival en el juego aéreo, es decir, si los centrales Thiago Silva y João Miranda salen en su día malo. Brasil ya se encontró, Bélgica aún no se reconoce a sí misma.

Alisson no está respondiendo

Brasil es una absoluta roca que cuenta con el mejor jugador (Neymar) que sigue presente en el Mundial de Rusia tras las despedidas en octavos de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Al final, estamos hablando del equipo que, al lado de Francia, mejor superó su desafío en los octavos de final. Ahora mismo a la Canarinha parece imposible meterle mano aunque el rendimiento de piezas como Fagner, Paulinho o Gabriel Jesus todavía deje dudas. Por otro lado, si hay algo en la selección dirigida por Tite que de verdad puede ser un problema competitivo es el nivel del portero Alisson. Si en su brutal temporada con la Roma ya se pudo ver que el arquero brasileño tiene cosas que corregir, su Copa del Mundo en el juego aéreo está siendo un drama. Alisson no atrapa ningún balón por arriba e incluso está dejando algunas segundas jugadas para los rivales. Para que Brasil caiga eliminado parece ser necesario que pase algo raro y su portero parece el principal candidato a hacerlo.

El hueco a la espalda de Fernandinho

Al no jugar Casemiro (sancionado), lo normal es que Fernandinho ocupe la posición de contención, algo que ya hizo en el Manchester City desde que Pep Guardiola llegó a Inglaterra. El problema es que Fernandinho es más un organizador que un destructor, por lo que el espacio que conceda a su espalda podría ser aprovechado por los mediapuntas belgas, Eden Hazard y Dries Mertens. Además, será un examen importante para el todocampista Kevin De Bruyne, no solo a nivel ofensivo donde puede ser vital con sus conducciones y pases verticales, sino también al momento de ofrecer ayudas defensivas para contener al interior izquierdo brasileño: Coutinho

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