Pages

martes, 7 de octubre de 2008

“El marketing y debe existir siempre y cuando esté al servicio del deporte”

El historiador y analista deportivo Mauro Velásquez hace referencia a la evolución del fútbol en el aspecto comercial y cómo estas dos ramas, con el pasar de los tiempos, se concatenaron para convertir este deporte en una profesión.

Para ser competitivo, el fútbol tuvo que transformarse en profesional y esa tendencia lleva más de un siglo de antigüedad, de ahí que esta disciplina paulatinamente se convirtió en comercial.

Los ingleses fueron los pioneros en comercializar este deporte, haciéndolo de manera responsable y siempre respetando los intereses del jugador.

Sobre los desembolsos de los clubes, anota que inicialmente, pese a que no eran tan grandes, se requería hacerlos.

Desde que el fútbol era amateur se necesitaba invertir dinero para por lo menos adquirir los implementos que requería su practica.

Es por eso que desde siempre se ha necesitado la parte comercial. Lógicamente, actualmente se ha llegado a un estado de exacerbación del profesionalismo, al punto que hay empresas que han respaldado a clubes arruinados y gracias a estos ingresos han revivido económicamente.

Lo que hay que aspirar es que exista el mayor profesionalismo posible, y cada vez más organizado y cuidado de tal manera que los equipos puedan vivir de lo que producen, y tener otros ingresos adicionales como los provenientes de las ventas de camisetas y accesorios propios de la institución.

Marketing y fútbol, siempre y cuando el fútbol esté por encima del marketing. No está mal que exista el llamado marketing deportivo y todo esto es concerniente a la explotación del mercado del club, pero siempre y cuando el fútbol en sí predomine.

Si vemos como se manejan los equipos de fútbol del primer mundo, hablamos del Real Madrid, Manchester United, Arsenal, entre otros, ellos tienen una gran estrategia de marketing y publicitaria, pero manejándola de manera muy cuidadosa. No se debe dar el fenómeno, que lamentablemente se da en algunos clubes del Ecuador, que los equipos entregan en concesión a determinadas empresas para que se encarguen de la confección y venta de los uniformes, pero dichas empresas ganan más dinero que los mismos clubes.

Estoy de acuerdo con el marketing siempre y cuando este dé los recursos económicos suficientes a los clubes para que vivan. El marketing tiene que existir pero este tiene que estar al servicio del fútbol.

Amor a la camiseta: no creo que haya amor a la camiseta.

El fútbol se ha profesionalizado

Los futbolistas tienen el perfecto derecho a vivir de su profesión, más aún cuando como tal el fútbol tiene una vida tan corta.

No condeno a los futbolistas por querer ganar dinero ejerciendo su profesión. Nadie puede juzgar a los futbolistas de ser malos por no defender por amor los colores de un club.

Esa es una utopía, porque ningún profesional ejercería su carrera si no le pagan por hacerlo.

En cuanto a que los futbolistas ganen megasueldos, no creo que gane bien la mayoría futbolista del país. Talvez para unos cuantos la suerte sea distinta, pero en general el futbolista ecuatoriano promedio no es bien remunerado.

Y no nos vayamos tan lejos: en Colombia, los futbolistas se quejan del salario que perciben, e igual pasa en Perú y Bolivia y en la mayoría de países sudamericanos. Podemos hablar de megasueldos en España en la primera división, y no en todos los equipos, sino en los más grandes.

Cabe resaltar que en Inglaterra es distinto, ya que ahí existe un sindicato de jugadores donde se respetan los derechos del futbolista como cualquier sindicato de otra profesión, pero en nuestro medio a veces pasan meses sin pagarles y en muchos casos los jugadores se paran hasta que les cancelen lo adeudado, lo mismo ocurre en Italia y Alemania.

En este país nadie gana megasueldos

No se puede medir por dos, tres o una docena de jugadores que ganen grandes sueldos a que todos lo futbolistas ganen así.

En el fútbol has desniveles que los marca la categoría de cada jugador. De ahí que unos ganan más y otros menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario