El rencor es natural después de haber sido relegado por cuestiones extrafutbolísticas. Incluso reconociendo que Ochoa perdió piso a partir de que se convirtió en un referente mediático, nunca dejará de resultar inexplicable que Javier Aguirre haya apostado por Oscar Pérez como arquero titular durante la Copa del Mundo.
Durante la máxima justa balompédica del orbe, fueron muchos los periodistas extranjeros que se acercaban a nosotros para preguntar el porqué se alineaba al “Conejo” en lugar de cualquiera de los otros dos cancerberos. La respuesta común de la prensa mexicana era, dicho con lastimosa sinceridad, que el único punto para solventar tal decisión era la amistad del Vasco con el ex portero cementero.
Futbolísticamente, Ochoa y Michel eran más; como apuesta al futuro, Ochoa y Michel, sobre todo el primero, eran más. Sólo Aguirre y su escudero Carrillo se atrevieron a considerar que Pérez estaba entre los tres mejores cancerberos del país. El que su decisión no haya representado una catástrofe a lo largo de Sudáfrica 2010 no significa que la misma no haya sido equivocada.
Siempre dije que Luis Ernesto Michel debió ser el titular. Guillermo Ochoa no atravesaba su mejor momento para tampoco merecía ser relegado del puesto para dejárselo al compadre del técnico. Si hubiera estado Michel, seguramente también se estaría quejando, pero sus cuestionamientos se verían opacados ante la paridad de fuerzas que a esas alturas existía entre ambos.
En cuanto a la concentración, no puedo más que estar de acuerdo con lo inadecuado que resultó enclaustrar a los jugadores por más de 60 días. A favor del cuerpo técnico, que fue el que ejerció presión sobre Néstor de la Torre para que se autorizara un trabajo de este tipo, he de mencionar que el valor de un régimen de este tipo no puede ser evaluado a profundidad, pues una parte significativa de este tiempo tuvo que ser consagrada a la excesiva grabación de anuncios, videos, payasadas y demás deseos de Televisa. Quizás otro escenario se presentaría si la reunión de estos jugadores hubiera sido cien por ciento deportiva…
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