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jueves, 21 de agosto de 2008

La vieja ética

Recuerdo alguna entrevista que le hicieron a Diego Armando Maradona, el platicaba que había un tiempo donde en equivocarse en un pase significaba mucho, y es ahí donde el Diego hizo un pase no muy bueno a Mario Kempes cuando estaba con la albiceleste, el no hizo ni el menor esfuerzo por alcanzarla pero le miro como si le hiciera un favor y dijo “Nene, al pie y si no dedícate a otra cosa”. Hoy en día cuando un futbolista falla el pase por tres metros, su compañero le aplaude o lo motiva con una expresión de la siguiente jugada sale, no vaya a ser que el pasador se deprima.

Otra variante de cómo aquella estética del futbol cuenta Di Stefano en su excelente libro Gracias, vieja”, él cuenta que antes cuando marcaba un penalti, no se festejaba. Daba vergüenza gritar como un loco el aprovechamiento de semejante ventaja.

Para los mas enamorados del fútbol desplegado por la naranja mecánica de Cruyff nos hablaba en su seminario de “Los que juegan fútbol y los que saben enseñar el fútbol”, que antes había dos o tres niños en el pueblos que sabían dominar una pelota y como era tal gusto le dedicaba un tiempo a la semana, para entrenar a un amigo y era lógico ese sistema el niño sin ser considerado un profesional enseño fútbol-verdad, en cambio ahora solo se preocupan por lo que se puede medir y eso solo incluye el estado físico y creen los estudiosos que con decir “Al calentamiento” cumplen una tarea y por ende la calidad va disminuyendo.

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