-A lo mexicano… De plano Monterrey no negó sus raíces y aplicó la inmediata decepción que tanto acostumbramos los mexicanos después de hacer algo sobresaliente.
-Retro y a la boca… Que Daniel Osorno marque un golazo parece cosa de los inicios del 2000; que le den un estáte quieto a Tomás Boy no sorprende, pero sí que pese a ello mantenga su nivel de soberbia.
-Casta Guerrera… Santos me gusta por eso, por su actitud, porque siempre manifiesta hambre de triunfo y porque no ha alcanzado el título requerido para sentir que no tiene por qué entregarse desde la primera jornada (caso Monterrey)
-¿Y todo para qué? Por como se dieron las cosas, mejor hubiera sido que el partido entre Querétaro y Tigres hubiera quedado cero a cero. La parcialidad queretana ya sentía el triunfo en los bolsillos y los suyos dejaron escapar la oportunidad.
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