
El propietario de las Águilas habló. No tan fuerte como me hubiera gustado, pero sí compartiendo la exigencia de aficionados y hasta de rivales, que requieren de un contrincante que realmente signifique un reto.
Lo difícil será que se pase de las palabras a los hechos. Prometer no empobrece… Esperemos que no quede sólo en eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario