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miércoles, 29 de mayo de 2013

Un campeonato Azulcrema

Las Águilas consiguieron su undécimo título de liga en un partido lleno de emociones, ya que tras ir abajo en el global por dos goles, consiguieron empatar y derrotar en penales a la Maquina que se queda nuevamente con un subcampeonato.

Tantas fueron las burlas y las críticas que tuvo que soportar Miguel Layún por un sólo motivo, ser el autor material de la onceava estrella en la historia de las Águilas.

Como sí se tratara de una película, novela, historia o el mejor guión no escrito en los últimos 15 años, Corona tuvo una mala salida en tiempo de compensación que decantó en un tiro de esquina en el que los millones de americanistas se fueron a rematar y también Moisés Muñoz.

El arquero de las Águilas, que hace casi un año salvó la vida de forma increíble en un accidente automovilístico, había realizado dos atajadas que mantuvieron la esperanza viva y después se fue a hacer el trabajo que sus delanteros no hicieron en 180 minutos. 

Muñoz remató desde el segundo poste y Alejandro Castro -quien para el "Piojo" Herrera no debió jugar por suspensión- desvió la pelota para confundir a 100 mil mentes sobre si esto era una pesadilla para algunos y sueño para otros. Era la realidad.

El guión lo pensó, lo meditó y lo imaginó Guillermo Vázquez, pero nunca tan perfecto como resultó hasta el minuto 88 que los "fantasmas" volvieron a aparecer.


No recuerdo mejor explicación para entender el sentimiento azul que el siguiente:

Aun así, decir que el deporte fue injusto con Cruz Azul es incorrecto. El futbol defensivo es también un arte, y La Máquina había sido infranqueable. El campeón de goleo del torneo no había tenido oportunidad alguna, borrado de la cancha por un trabajo perfecto de relevos y una disciplina táctica que había sido, durante casi el partido completo, simplemente intachable. Tan perfecta que Cruz Azul había armado al menos tres contragolpes ideales, que debieron haber culminado en gol. Al final, la única manera que encuentro para explicar lo que sucedió tiene que ver con el azar. La pelota no quiso entrar en aquel contragolpe que terminó, milimétrico, entre el poste y el pie izquierdo de Teófilo Gutiérrez pero después decidió desviarse, caprichosa, en la pierna de Alejandro Castro para darle al América vida cuando el partido ya no la tenía. Luego, en el segundo penalti, un resbalón completamente azaroso enterró a Cruz Azul en una final que tuvo ganada hasta el último suspiro. El horror. 
León Krauze

El partido de vuelta terminó con la victoria azulcrema por 2-1, combinándose con el triunfo cruzazulino a mitad de semana en el ida por la mínima diferencia, quedando el marcador global igualado a dos goles en tiempo regular. En los tiempos extras no se metió gol alguno y se tuvo que definir al campeón desde los once pasos.

El partido terminó con tintes dramáticos, pues la escuadra local consiguió el gol de la voltereta por medio de su portero Moisés Muñoz, quien se fue en un tiro de esquina al ataque y logró conectar de cabeza el balón, y en la trayectoria de éste Alejandro Castro se lo quitó a su portero, dejándoselo en las redes, y así mandar el partido a tiempos extras.
TIEMPOS EXTRAS
América comenzó mejor los primeros 15 minutos, echando a su campo a los cruzazulinos, que siguió sin aprovechar su mayoría numérica; las más claras estuvieron a cargo de Benítez al 99’ y al 104’: la primera con disparo de larga distancia, en la que Corona con las uñas mandó a tiro de esquina, y la segunda, en un mano a mano con el portero, pero éste se quedó con el tiro del ecuatoriano.
Los segundos 15 minutos también fueron de América, pero ya no llegó con mucho peligro como en el primer tiempo extra, mientras que Cruz Azul tuvo muy poco, pues el equipo lució confundido y cansado, esperando más la tanda de penales que su contrario esparando repetir lo mismo que en la copa pero el azhar jugo su parte y hoy vemos playeras amarillas llenas de orgullo por ver una nueva estrella en escudo de los americanistas





domingo, 19 de mayo de 2013

El legado de Mourinho en el Real Madrid

Tres títulos y un reguero de conflictos. Es el legado que dejará Mourinho tras su paso por el Real Madrid. Si ponemos en una balanza la trayectoria del portugués en el banquillo blanco, pesan más los líos que los éxitos.

Una Liga, una Copa, una Supercopa de España, estrechar el cerco con el Barcelona y recuperar el prestigio en Europa tras tres semifinales de Champions consecutivas ha sido su aportación. A cambio, innumerables confrontaciones con el club, los jugadores, la afición, la UEFA, los árbitros y los rivales. Pocos logros para justificar tantos jaleos.

Nada más aterrizar en el Real Madrid, Mourinho comenzó su cruzada con los árbitros. “El Barça casi siempre juega contra 10”, fue uno de sus primeros recaditos. Luego endurecería su discurso hasta ganarse una sanción ejemplar de la UEFA por su rajada en la ida de las semifinales de Champions ante el Barça y por el famoso paripé de las expulsiones de Ramos y Xabi en Ámsterdam.

También se enfrentó al club por querer dirigir provisionalmente a Portugal, echó un pulso a Valdano -al que acabó echando-, tuvo broncas con varios entrenadores rivales y ofendió al Málaga.

En su segunda temporada, afeó la imagen del Madrid con una acción que dio la vuelta al mundo: su agresión a Tito Vilanova durante la Supercopa de España. No fue la única de la temporada. Meses después, esperó al árbitro en el aparcamiento del Camp Nou para decirle cuatro cosas tras ser eliminado de la Copa del Rey por el Barcelona.

Guerra en el vestuario En esta última temporada, el problema de Mourinho ha estado en el propio vestuario del Madrid. Las guerras se trasladaron a Valdebebas y eso ha supuesto el principio del fin. El técnico ha tenido enfrentamientos con todos los pesos pesados de la plantilla blanca: Ramos, Özil, Casillas, Di María, Benzema, Cristiano y Pepe. También dinamitó la cantera blanca criticando con dureza a Toril, técnico del Castilla.

Incluso, Mou se atrevió a desafiar a la afición del Real Madrid cuando anunció que saldría al campo solo, unos minutos antes del comienzo del derbi, para que el que quisiera pitarle lo hiciese y luego animase a los jugadores.

También lo hizo con la FIFA, no asistiendo a la gala del Balón de Oro y dejándose ver a la hora del acto en un entrenamiento del Canillas, equipo donde juega su hijo. Con su futuro también ha jugueteado, dejando claro que Inglaterra es su predilección.

jueves, 16 de mayo de 2013

Rey de Copas españolas contra el Real Madrid


Contrario al yugo bajo el que ha estado sometido últimamente por el Real Madrid durante más de 13 años, los Colchoneros pueden presumir su hegemonía sobre el odiado rival de ciudad, cuando ambos han medido fuerzas en una Final de la Copa del Rey, misma que buscarán alzar este viernes en una edición más del derbi madrileño; ya que los rojiblancos ostentan una marca de tres Finales ganadas, sobre sólo una victoria por parte de los merengues en este tipo de partidos.
Por ello, para el Atlético, este choque representa más que una oportunidad para terminar con el maleficio que mantiene contra el cuadro blanco desde 1999, cuando derrotó por última vez al enemigo por antonomasia, hasta sumar 25 derbis sin victoria hoy en día. Además, el conjunto dirigido por Diego Simeone  cuenta con la historia a su favor, pues la escuadra rojiblanca sólo ha perdido una Final copera en el Santiago Bernabéu, donde precisamente se definirá al nuevo monarca del certamen, con el clásico de la capital española.
Sin embargo, el conjunto Colchonero, que suma nueve Copas de España  en sus vitrinas, llega con la mitad de derrotas en 18 Finales disputadas del torneo, las tres más recientes de manera consecutiva, ante el Valencia, Espanyol y Sevilla, para acumular así una sequía de 17 años sin el trofeo real.
Aunque fue el cuadro Colchonero el que trazó el camino lleno de gloria ante el conjunto blanco en las Finales coperas de España, llamada en ese entonces como Copa del Generalísimo, al firmar en 1960 una remontada por marcador de 1-3, gracias a las dianas de Collar, Jones y Peiró. Puskas había adelantado al Real sobre el césped del Bernabéu.
En cambio, el Real Madrid, cuadro dirigido por José Mourinho y con 18 Copas del Rey en su haber, buscará irse sin las manos vacías en esta temporada, al repetir lo hecho en 1975, año en el que el club merengue se ha impuesto por única ocasión al Atlético en una Final de dicha competencia, en la tanda de penaltis (4-3), luego del empate sin goles durante los primeros 90 minutos y la prórroga, como visitantes en el Vicente Calderón.
Justo 12 meses después de la primera Final madrileña, volvería a disputarse un derbi con el título copero en juego. Pese a los goles de Puskas y Di Stéfano por los locales, los rojiblancos le dieron la vuelta al tanteador, gracias a un doblete de Peiró y un gol más de Mendoça, en 1961.
La tercera y más reciente Final de Copa entre Colchoneros y Merengues data de 1992. En aquella ocasión, Schuster y Futre le dieron el cetro de la justa del país ibérico al Atlético de Madrid, para festejar otra vez en calidad de visitantes sobre el césped del mítico Estadio Santiago Bernabéu