Pages

jueves, 29 de junio de 2017

Los 5 Puntos por los que México perdió ante Alemania

La selección mexicana sucumbió 4-1 ante Alemania por eso te presentamos algunas de las claves que provocaron que el tricolor terminara sucumbiendo ante el campeón del mundo, y quedando eliminado de la Confederaciones, donde todavía busca pelear por el tercer lugar.

Ausencia de Carlos Vela

Una de las grandes sorpresas de la selección mexicana ante Alemania, fue sin duda alguna la ausencia de Carlos Vela, uno de los mejores jugadores que tiene el cuadro dirigido por Juan Carlos Osorio, pero que inexplicablemente no tuvo minutos ante los teutones, incluso a pesar de que mostró un gran nivel ante Portugal.

Falta de Contundencia

A pesar de que el Tri fue inferior ante Alemania, por momentos México demostró un buen accionar en el encuentro e incluso tuvo varias llegadas al arco rival, sin embargo, los delanteros no tuvieron la puntería adecuada. Una de las más claras, ocurrió cuando el partido se encontraba 2-0. El esférico llegó a los pies de Javier ‘Chicharito’ Hernández, quien no pudo definir de buena forma y envió el balón por encima.

Inicio Desastroso

El arranque del encuentro no pudo ser peor para la selección mexicana, pues apenas a los siete minutos, México ya perdía el encuentro por dos goles a cero, gracias al doblete de Leon Goretzka. Esto hizo que el encuentro se le complicara a los de Osorio, quienes quisieron reaccionar pero no les alcanzó.

Errores Defensivos

México demostró que su debilidad en esta Copa Confederaciones, estuvo en la zaga, pues la delantera alemana terminó generando muchas ocasiones hacia el arco de Guillermo Ochoa, incluyendo tres manos a manos, uno lo ganó el portero mexicano y los otros dos acabaron en gol.

No funcionaron los cambios

Muchos no entienden los cambios del colombiano Juan Carlos Osorio, pues uno de los más peligrosos en el primer tiempo fue Javier Aquino, a pesar de ello, el entrenador decidió sacarlo para meter a Hirving Lozano. Los otros dos cambios tampoco funcionaron

Portugal Campeón Eurocopa 2016

¡Éder! fue el héroe portugués. Con Cristiano lesionado y llorando en la camilla, el protagonista más inesperado de la noche apareció en la segunda parte de la prórroga para negar a Francia la gloria en casa y darle a Portugal la primera Eurocopa de su historia. ¡Éder!, insisto. Un jugador de esos que se convierten con el paso del tiempo en objeto de mofa en las redes o en las tertulias entre amigos. "Ahora va Éder y gana la Eurocopa, jeje", se escuchó con su salida. Pues oye, mira. Nunca se sabe.
Un dominguero, héroe nacional. Pero dominguero en el buen sentido, como un currante de esos que sacan las castañas del fuego a las grandes superficies trabajando domingos y festivos.Pues eso fue Éder. En una gran empresa en la que los vendedores estrella no aparecieron, tuvo que ser el que ficha con la tarjeta a primera hora. Un nombre que estaba condenado a pasar como uno más en ese gran registro civil que es el fútbol y que ahora se guarda una placa con letras de oro.
La final fue un sopor. Bueno, supongo que es lo que pasa cuando no la juegan los tuyos. Nos hubiera parecido el día más emocionante del lustro... En fin, que pareció una siesta a deshora de esas de verano en las que te despiertas empapado en sudor y con el ruido del helicóptero del Tour de fondo. Pero aquí el sonido que despertaba al espectador era el del balón chocando con los guantes de Rui Patricio de vez en cuando. La primera, a un Griezmann que ya se veía con el torso desnudo empuñando la tricolor cual alegoría de la República Francesa en la celebración de la victoria. Su cabezazo desde la frontal olía a primera piedra de la edificación de la gloria, pero un manoplazo cerca de la escuadra la convirtió en arena de playa.
Y de repente cambió todo. En esa actualidad del fútbol en la que un club pide ánimos para un condenado por evadir impuestos, un futbolista que se marcha lesionado y entre lágrimas del partido más importante de su vida se convierte en cubo de bilis. Cristiano Ronaldo desata más odios que ningún otro atleta en el mundo. Sea por la camiseta que viste durante la temporada, por su forma de ser o por lo que sea, la espuma que sale por las comisuras de los labios de algunos impiden ver al deportista, a la persona que lleva desde niño dejándose la piel en cada partido o minuto de gimnasio para intentar ser el mejor en su trabajo, para jugar partidos como el de París. Por eso lloró, para regocijo de algunos, cuando Payet le despertó del sueño y la camilla le trasladó a la pesadilla.
La guerra perdió un general y se convirtió en trinchera hasta que las estrategias se rehicieron.Un ejército se vio sin liderazgo y el otro sin el gran rival al que anular. Y Rui Patricio siguió parando. ASissoko (mención aparte para un jugador con tres pulmones que trató a todos sus compañeros como si fueran Bogart con aquello de "Sabes silbar, ¿verdad? Sólo tienes que juntar los labios y soplar"), a Giroud, a todos menos a Gignac, que se estrelló en el palo en el minuto 92' cuando Saint-Denis rozó el cielo con las yemas de los dedos.
Pero llegó la prórroga, Deschamps racaneó y Portugal se lo creyó. Raphael pegó una falta al larguero y un minuto después Éder se fabricó con un zapatazo lejano un trono en el Olimpo del fútbol luso.
Lloró Griezmann al despedirse de su Eurocopa como El Principito cuando dijo adiós a la rosa de su planeta antes de abandonarlo. Su torneo mereció mejor final, pero a su final le faltó un final feliz, el que rozó con la cabeza dos veces. Era el comandante de un transatlántico en busca del Golfo de Oro que tuvo que atracar en el mar de lágrimas del Cabo de Plata.
Y de repente cambió todo. En esa actualidad del fútbol en la que un club pide ánimos para un condenado por evadir impuestos, un futbolista que se marcha lesionado y entre lágrimas del partido más importante de su vida se convierte en cubo de bilis. Cristiano Ronaldo desata más odios que ningún otro atleta en el mundo. Sea por la camiseta que viste durante la temporada, por su forma de ser o por lo que sea, la espuma que sale por las comisuras de los labios de algunos impiden ver al deportista, a la persona que lleva desde niño dejándose la piel en cada partido o minuto de gimnasio para intentar ser el mejor en su trabajo, para jugar partidos como el de París. Por eso lloró, para regocijo de algunos, cuando Payet le despertó del sueño y la camilla le trasladó a la pesadilla.
La guerra perdió un general y se convirtió en trinchera hasta que las estrategias se rehicieron.Un ejército se vio sin liderazgo y el otro sin el gran rival al que anular. Y Rui Patricio siguió parando. A Sissoko (mención aparte para un jugador con tres pulmones que trató a todos sus compañeros como si fueran Bogart con aquello de "Sabes silbar, ¿verdad? Sólo tienes que juntar los labios y soplar"), a Giroud, a todos menos a Gignac, que se estrelló en el palo en el minuto 92' cuando Saint-Denis rozó el cielo con las yemas de los dedos.
Pero llegó la prórroga, Deschamps racaneó y Portugal se lo creyó. Raphael pegó una falta al larguero y un minuto después Éder se fabricó con un zapatazo lejano un trono en el Olimpo del fútbol luso.
Lloró Griezmann al despedirse de su Eurocopa como El Principito cuando dijo adiós a la rosa de su planeta antes de abandonarlo. Su torneo mereció mejor final, pero a su final le faltó un final feliz, el que rozó con la cabeza dos veces. Era el comandante de un transatlántico en busca del Golfo de Oro que tuvo que atracar en el mar de lágrimas del Cabo de Plata.

martes, 6 de junio de 2017

Anécdotas del fenómeno Ronaldo

Ronaldo Nazario, en una entrevista en 'El Hormiguero', se deshizo en elogios a Zinedine Zidane y su gestión del vestuario madridista.

"Un día me llamó a su casa y me dijo: '¿Por qué no te quedas en casa? Mira a Figo, se queda en casa con su esposa'. Y yo le dije: 'Presi, si tuviera la mujer que tiene Figo, también me quedaría en casa", relató Ronaldo en tono jocoso.

El ex delantero de Madrid y Barcelona habló de su etapa de jugador: "Nunca fui con la intención de humillar a nadie, intentaba ir muy directo a la portería y lo que me gustaba era hacer gol. Y la fiesta".

"Florentino es el nuevo Santiago Bernabéu. A la vista está el resultado, gracias a él pude llegar al Real Madrid", espetó Ronaldo sobre la gestión del presidente madridista.

El legendario delantero también habló de su futuro. "No me planteo ser entrenador. Tengo un trauma todavía tras 20 años como jugador viajando y entrenando cada día. Aguantar 25 o 30 tíos cada uno pensando de cada manera, yo no sé como lo hacen", opinó Ronaldo.

Zidane, el gran artífice del éxito madridista: "El Madrid ha tenido vestuarios muy difíciles, con mucha personalidad y 'Zizou' lo gestiona muy bien. La duda es si es mejor jugador o entrenador".

¿Cuál fue su día más feliz en el fútbol? "La final de Brasil contra Alemania, en Japón, que ganamos 2-0 y marqué los dos goles. No sólo por los goles y la victoria , sino porque me lesioné gravemente dos años antes, y ya me perdí la final contra Francia, con dos goles de Zizou", aseguró.

Ronaldo relató una curiosa anécdota con Arrigo Sacchi. "Sólo llegué dos veces tarde a los entrenamientos. En aquella época, teníamos de director deportivo a Arrigo Sacchi y la primera vez que llegué tarde me echó la bronca y me multó y en la misma semana, casualmente, volví a llegar tarde, y cuando se acercó a mí y me iba a hablar, le dije: 'o la multa o la charla, las dos cosas no...", desveló.