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lunes, 11 de enero de 2010

Posición en juego

El arquero

Muy pocos lo responsabilizaron, pero es indudable que quedó a deber. El torneo que toca a la puerta se erige como la última y pequeña ventana para que Jesús Corona goce de una oportunidad en el arco titular de la Selección Mexicana. A la hora de la verdad falló con el Cruz Azul; también lo hizo en las contadas ocasiones que ha podido resguardar la meta de la Selección Mexicana. Mucho me temo que Corona será uno más de los muy buenos arqueros que se convierten en los eternos suplentes de la portería mexicana. La pelea contra Ochoa la lleva perdida incluso por el atractivo comercial del arquero americanista.

Defensa absurda

Las patadas de ahogado de Jorge Vergara son vergonzosas. El dueño de las Chivas repitió exactamente el mismo proceso que siguió cuando Adolfo Bautista salió del Rebaño. Sin empacho alguno, responsabilizó a Rafael Lebrija y a José Luis Real, convertido en el más simplón de los títeres, del maltrato del que ha sido objeto Ramón Morales. La afición no le cree, pero donde manda el dinero, no gobierna el aficionado.

La objetividad del mediocampo

Que Emilio Azcárraga declare en Twitter que Cuauhtémoc Blanco tendría que estar en el América es un ataque directo a Jaime Ordiales. Sin embargo, aunque es de sobra conocida la corrupción con que se maneja este oscuro personaje emplumado, habría que cuestionar al dueño de Televisa el porqué no se involucró para provocar que el deseo de millones de aficionados se convirtiera en realidad. Así fuera por unas cuantas jornadas, el regreso del “Temo” a las Águilas habría significado un golpe mediático espectacular para comenzar el 2010. Además, en la relación entre Ordiales y el América se vale aplicar aquel dicho que indica que la culpa no la tiene el indio, sino quien lo hace compadre.

Ataque frontal

No puedo más que aplaudir los esfuerzos de Monterrey y Cruz Azul por mantenerse en la cima. Con su pase a las finales del Interliga, los Rayados ratifican que no fueron ave de paso y que cuando menos harán el intento de mantenerse en las alturas por un rato más, propuesta radicalmnte opuesta a lo hecho por los Pumas apenas hace medio año. En lo que respecta a la Máquina, lejos de darse por vencida y de tirar la toalla, realiza contrataciones y se perfila como el candidato natural, pese a que la lógica del tiempo y el sistema de competencia indican que difícilmente volverá a estar en la final.

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