Vaya noticia con la que amanecimos. No es la gran sorpresa porque todos sabíamos que tarde o temprano Cristiano jugría en el Madrid, sin embargo, lo que no quedaba muy claro era cuándo.
Para desahogar la decepción de la Final de la Champions, Cristiano no podía haber estado en mejor lugar para recibir la noticia de su traspaso. Beverly Hills, el lugar en donde los sueños se hacen realidad, en donde se concentra el mayor glamour del mundo y lo real se convierte en ficticio. Sin duda, el laboratorio al que han acudido grandes deportistas para inmortalizar su nombre.
Todo estaba planeado, y tenía que estar lejos para cuando se hiciera pública la noticia. En estos momentos no importó la Selección Portuguesa ni la calificación a Sudáfrica. Aquí, como todo buen producto mercadológico y un auténtico metrosexual, Cristiano estuvo en el lugar de moda, con el look perfecto, y solo, sin pareja, para enloquecer a más a las mujeres.
Pero ojo porque ser el futbolista más caro de la historia es una enorme responsabilidad. Espero que cada vez que pise una cancha sienta una enorme presión y que Valdano le lea bien la cartilla para que sepa que los berrinches y caprichos quedaron atrás.
En fin, esperamos su presentación…
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