-Suazo dio cátedra de lo que es jugar futbol con la presión de ser ídolo. Pidió el balón, lo tocó, concretó… hizo todo y entregó el título para demostrar que segundas partes sí pueden ser buenas.
-Santos dejó de ser Santos en el partido menos indicado. El mediocampo nunca apareció, ausencia que derivó en una laguna interminable entre la defensa y el ataque.
-Monterrey fue ejemplo de cálculo implacable. Falló muchas, pero se encargó de marcar los tantos necesarios para matar la llave en los instantes precisos.
-Rubén Omar Romano se equivocó en los tiempos de los cambios, quiso recomponer cuando el equipo estaba muerto y entregado ante un rival que se volvía fuerte a cada grito de los seguidores.
-Vivir una fiesta en el Tec resulta inolvidable. La afición se entrega a su escuadra y vibra ante la mínima provocación de los Rayados. Vaya, hasta el palco de prensa terminó transformándose en una tribuna más.
-No se ve fin al romance consolidado entre Vucetich, Monterrey y sus aficionados. Al técnico regiomontano le celebran todo, lo quieren más que a cualquiera en estas tierras y lo admiran por esa decisión -forzada o no- de hacer a un lado al Tri para seguir con su Pandilla.
-Pequeña, pero marcada diferencia. Benítez nunca apareció. Quintero no pudo ser más que una estrella fugaz en la liguilla. Suazo, en cambio, volvió para llenarse de gloria, para ratificar su etiqueta como uno de los futbolistas más espectaculares que han llegado al futbol mexicano.
-En la víspera, Romano dijo ser ganador. Para ser realmente ganador, se necesitan títulos, esos que se le han negado. Tendrá que volver a intentarlo. ¿Quién acabará primero? ¿Cruz Azul o Romano?
-Elemento clave para el triunfo de los Rayados radicó en la manera en que nulificaron a Jorge Iván Estrada. De aquel elemento desequilibrante de la ida se pasó a un jugador que tenía que cortar sus embates en tres cuartos de cancha y que lució impotente a la hora de ir a línea de fondo.
-Sí, me falló el pronóstico (como en toda la liguilla). Monterrey es el Rey del Norte. No hay más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario