El frío congeló las ideas y los movimientos mexicanos. Chicago y su clásico viento incesable, con su clima tan cambiante condicionó la hora de la segunda prueba para el Tri de José Manuel de la Torre, que nunca encontró su mejor forma ni condición. Bosnia fue la nueva prueba y el equipo mexicano apenas pudo contra ella.
Lo mostrado ante Gales el pasado domingo quedó en el
simple recuerdo y la anécdota. El equipo mexicano se olvidó de las
combinaciones, las llegadas por sorpresa, los tiros de larga distancia y
los desbordes fulminantes por las bandas.
Bosnia no los dejó y México
ya no intentó más. El encuentro se trabó después de unos minutos de
dominio para pasar a un encuentro de disputa pura por el balón para
tratar de conseguir algo más.
El Tri quería, pero estaba lejos de conseguirlo. El orden y la fuerza de los europeos parecía poder más que el ímpetu de Giovani dos Santos y los escasos arribos de Pablo Barrera, mientras que Aldo de Nigris quien
se despojó de Jahic, tiró frente a Begovic, quien dio rebote que
aprovechó Giovani y anotó el primer tanto de México apenas a los seis
minutos
El tanto mexicano alertó al cuadro europeo que reparó al instante y
trató de no descontrolarse. Se plantó de nuevo sobre el campo, reacomodó
ideas y le cerró los espacios a los del Chepo de la Torre para partir
con orden y buscar un latigazo con Dzeko y Misimovic aprovechó una pantalla de Misimovic para encarar a Ochoa,
eludirlo y empujar el balón a las redes.
Ni Guardado ni Javier Hernández, quienes entraron para el complemento, parecían tener la fórmula. Stojan Vranjes
falló en un par de ocasiones su intento de rechace con lo que asistió a Chicharito
de la manera menos inoportuna y Javier simplemente tiró sin pensarlo
para que el balón se estrellara en el portero e ingresara lentamente a
las redes. Final del partido.
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