El ridículo de los Pumas

No hay pero que valga. El escandaloso descalabro de la escuadra dirigida por Ricardo Ferretti ante Cruz Azul desnuda las terribles carencias de un equipo que terminó por habituarse a oscilar en la medianía y a ocultar los malos resultados a partir de su apuesta histórica por las fuerzas básicas. Perder cinco a cero, desde cualquier perspectiva, debe considerarse como un auténtico desastre y como una clara invitación a encender los focos de alarma en torno a un técnico tan capaz como acostumbrado a no recibir mayor exigencia en la entidad auriazul.
El equipo felino está obligado a definir cuáles son sus objetivos y a comunicar los mismos a sus aficionados, quienes siempre desean vislumbrarse como candidatos al título del balompié nacional. Desde el fin de la era Hugo Sánchez, los felinos se han manejado bajo una falta de compromiso alarmante, en la que nunca se aclaran las metas y en la parece dar exactamente lo mismo si se obtiene la victoria que si se naufraga en el intento de aspirar a logros de importantes dimensiones.
La cómoda posición asumida por el timonel universitario es responsabilidad directa del área deportiva de la entidad del Pedregal. Si bien el “Tuca” siempre se ha caracterizado por reclamar el máximo nivel a sus elementos, la falta de presión por parte de los altos mandos ha derivado en una actitud comodina, que atenta contra los intereses de los aficionados y que implica una contradicción hacia la naturaleza de un equipo de tan alto poder de convocatoria a nivel nacional.
La ausencia de los jugadores llamados a la Selección Mexicana es un atenuante, mas no un argumento válido para justificar un cinco a cero que tendría que significar la toma inmediata de decisiones por parte de los altos mandos universitarios. Un marcador de este tipo no puede pasar desapercibido en una institución que se dice ganadora y que debe caracterizarse por transmitir la garra, gallardía y coraje de sus aficionados.
Dos preguntas para concluir: ¿cuál es la exigencia hacia Ricardo Ferretti? ¿hasta cuándo se mantendrá un proceso en el que no queda claro qué es lo que se pretende? Pumas requiere, cuando menos, certidumbre para que así todos los involucrados sepan qué es lo que van a buscar a corto, mediano y largo plazo.