7-1 del PSG a un Celtic de Glasgow que se adelantó en el marcador y que fue aplastado por el poderío ofensivo de un equipo letal en ataque.
El conjunto francés volvió a sacar su músculo a pasear ante un débil Celtic al que ya goleó en la ida. Ahora el escarnio fue todavía mayor para el disfrute de París. No hay quien detenga a Neymar y compañía.
El Celtic quedó reducido a la nada ante la calidad y capacidad ofensiva de un equipo con múltiples recursos. Si no es Neymar, es Cavani, Mbappé, Verratti, Alves o el que sea. Las cifras del PSG son de récord.
Dembélé abrió la lata y fue como la mariposa que bate las alas y provoca un desastre natural al otro lado del mundo. Rabiot inició el tsunami con sus arrancadas en el centro del campo y las dos primeras olas fueron de Neymar. Del 0-1 al 2-1 en apenas un instante.
A partir de ahí, cada ataque del PSG acabó en terremoto en la defensa escocesa, incapaz de contener a los atacantes rivales, impotente al ver que el balón le duraba un respiro en los pies.
Cavani y Mbappé completaron el póker antes del descanso. En la segunda, el PSG guardó fuerzas y se dedicó a gestionar su renta, pero los regalos del Celtic acabaron transformándose de goles de Verratti, Cavani y Alves en apenas cinco minutos.
Desde fuera del área, por fuera, tras centro lateral, en combinación... Los recursos del PSG parecen inagotables. Dominan con puño de hierro el grupo con un pleno de 15 puntos. Tres tiene un Celtic que intentará atar su puesto para Europa League la próxima jornada.
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